Hola, les propongo leer los textos y ver los videos. Luego podrán completar la actividad que figura al final
Terrorismo de Estado
Si bien los golpistas llamaron a su
gobierno Proceso de Reorganización Nacional, lo que se impuso fue una dictadura
que ejerció el terrorismo de Estado. Es decir: fue un gobierno que implementó
una forma de violencia política que, usando los recursos del Estado, buscó
eliminar a los adversarios políticos –a quienes llamó “subversivos”– y
amedrentar a la población a través del terror.
¿Y cuáles fueron las características
específicas del terrorismo de Estado en la Argentina? Para terminar con las
experiencias políticas que anhelaban la transformación social en nuestro país,
la dictadura implementó una nueva metodología represiva: la desaparición
sistemática de personas y el funcionamiento de centros clandestinos de
detención (lugares donde mantenían cautivos a los secuestrados fuera de todo
marco legal).
Existió un plan sistemático que
consistió en secuestrar, torturar y asesinar de forma clandestina a miles de
personas. Los “grupos de tareas” (comandos integrados mayoritariamente por militares
y policías de baja graduación) se dedicaban a los secuestros y luego
trasladaban a los secuestrados a centros clandestinos de detención que podían
estar en un cuartel, una fábrica o una comisaría, entre otros lugares.
A partir de ese momento pasaban a ser
desaparecidos porque nadie sabía dónde estaban. No se daba información a las
familias y el gobierno decía que no sabía que había pasado con esas personas.
Los familiares y amigos los buscaban en comisarías, hospitales, pero nadie les
daba información. El horror fue tal que hoy sabemos, a través de numerosos
testimonios brindados en procesos judiciales, que el destino de quienes
estuvieron detenidos en centros clandestinos de detención fue la muerte. Aún se
los continúa denominando desaparecidos pues hasta el día del hoy sus familiares
no han podido recuperar sus restos.
Una prueba más de la violencia de la
época fue la apropiación de niños y niñas, hijos de las personas detenidas.
Algunos de esos chicos fueron secuestrados junto a sus padres y otros nacieron
durante el cautiverio de sus madres. Fueron entregados en muchos casos a
familias que ocultaron su origen a los chicos. Uno de los objetivos era que los
niños “no sintieran ni pensaran como sus padres, sino como sus enemigos”.
Muchos de esos niños, hoy ya adultos, continúan sin conocer su verdadera
historia.
La resistencia
Durante la represión muchas personas
vivieron con miedo. La ciudadanía fue desinformada ya que los medios de
comunicación, cuya función es informar a la sociedad lo que sucede, no dieron a
conocer las atrocidades que la dictadura cometía. Otras personas fueron
indiferentes a lo que ocurría a su alrededor y otras, directamente, apoyaron a
los militares. Hubo sin embargo algunas que resistieron como pudieron, desde
sus ámbitos o lugares de trabajo intentando reunirse, compartir sus ideas y, de
esta manera, evitar las imposiciones del gobierno militar. Otras tantas
lograron organizarse y llevar adelante acciones concretas de crítica y
resistencia. Entre ellas las madres de los desaparecidos, que jueves tras
jueves, con la cabeza cubierta con un pañuelo blanco, dieron vueltas a la
pirámide de la Plaza de Mayo para exigir información sobre sus hijos. Acciones
similares surgieron en distintas localidades del país. Su accionar marca un profundo
ejemplo de resistencia de la sociedad. Pacíficamente, sólo
caminando lentamente y en conjunto; se enfrentaron al miedo y al poder militar
todos los jueves, exigiendo la aparición con vida de sus hijos y pidiendo
justicia. Hubo además otras organizaciones de Derechos Humanos que denunciaron
el terror argentino, aquí y en el mundo.
Para encontrar a sus nietos y devolverles su identidad surgió la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo (1). Esta organización no gubernamental tiene como finalidad
localizar y restituir a sus legítimas familias a todos los niños apropiados y privados de su identidad por la represión militar, como también crear las condiciones para que nunca
más se repita esta violación de los derechos de los niños.
También algunos trabajadores encontraron formas de resistir al disciplinamiento de la dictadura. En 1979 la CGT Brasil, dirigida en ese entonces por un trabajador de la
industria cervecera, Saúl Ubaldini, convocó a la primera huelga general. A su vez, en los distintos lugares de trabajo se instrumentaron otros métodos de lucha como el boicot y el trabajo a reglamento, lo que algunos autores llamaron la “resistencia defensiva”.
Para encontrar a sus nietos y devolverles su identidad surgió la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo (1). Esta organización no gubernamental tiene como finalidad
localizar y restituir a sus legítimas familias a todos los niños apropiados y privados de su identidad por la represión militar, como también crear las condiciones para que nunca
más se repita esta violación de los derechos de los niños.
También algunos trabajadores encontraron formas de resistir al disciplinamiento de la dictadura. En 1979 la CGT Brasil, dirigida en ese entonces por un trabajador de la
industria cervecera, Saúl Ubaldini, convocó a la primera huelga general. A su vez, en los distintos lugares de trabajo se instrumentaron otros métodos de lucha como el boicot y el trabajo a reglamento, lo que algunos autores llamaron la “resistencia defensiva”.
Detenidos-desaparecidos
En 1979, en una entrevista
periodística, el dictador Jorge Rafael Videla dijo una frase que con el tiempo
se volvió tristemente célebre: «Le diré que frente al desaparecido en tanto
este como tal, es una incógnita, mientras sea desaparecido no
puede tener tratamiento especial, porque no tiene entidad. No
está muerto ni vivo… Está desaparecido» (1). La palabra
«desaparecido», tanto en Argentina como en el exterior, se asocia
directamente con la dictadura de 1976, ya
que el terror estatal tuvo como uno de
sus principales mecanismos la desaparición sistemática de
personas.
El término «desaparecido»
hace referencia, en primer lugar, a aquellas personas que fueron
víctimas del dispositivo del terror estatal, que fueron
secuestradas,torturadas y, finalmente, asesinadas por
razones políticas y cuyos cuerpos nunca fueron entregados a sus
deudos y, en su gran mayoría, todavía
permanecen desaparecidos.
Otras dictaduras de Latinoamérica y
el mundo también secuestraron, torturaron y asesinaron por razones políticas,
pero no todas ellas produjeron un dispositivo como la desaparición de
personas y el borramiento de las huellas del crimen. Lo específico del
terrorismo estatal argentino residió en que la secuencia sistematizada que
consistía en secuestrar-torturar-asesinar descansaba sobre una
matriz cuya finalidad era la sustracción de la
identidad de la víctima. Como la identidad de una persona es lo que define
su humanidad, se puede afirmar que la consecuencia radical que tuvo el
terrorismo de Estado a través de los centros clandestinos de detención fue la
sustracción de la identidad de los detenidos, es decir, de aquello que los
definía como humanos.
Para llevar adelante esta
sustracción, el terrorismo de Estado implementó en los campos de
concentración una metodología específica que consistía en disociar a las
personas de sus rasgos identitarios (se
las encapuchaba y se les asignaba un número en lugar de su
nombre); mantenerlas incomunicadas; sustraerles a sus hijos bajo la
idea extrema de que era necesario
interrumpir la transmisión de las identidades y,
por último, adueñarse hasta de sus propias muertes.
Los captores no sólo se apropiaban
de la decisión de acabar con la vida de los cautivos sino que, al
privarlos de la posibilidad del entierro, los estaban privando
de la posibilidad de inscribir la muerte dentro de una
historia más global que incluyera la historia misma de la persona
asesinada, la de sus familiares y la de la comunidad a la que pertenecía. Por
esta última razón, podemos decir que la figura del desaparecido encierra la
pretensión más radical de la última dictadura: adueñarse de la vida de las
personas a partir de la sustracción de sus muertes.
Por eso, cada
acto de los cautivos tendientes a restablecer su
propia identidad y a vincularse con los otros en situación de
encierro resultó una resistencia fundamental a la
política de desaparición. Lo mismo ocurre cada vez que se localiza
a un niño apropiado, hoy adulto, y cada vez que
se restituye la identidad y la historia
de un desaparecido. El Equipo Argentino de
Antropología Forense (EAAF) se destacó desde muy temprano en la
búsqueda e identificación de los cuerpos de los desaparecidos
que fueron enterrados como NN. El EAAF posee un banco de datos que, en
este momento, articulado con el Estado nacional, continúa permitiendo el
encuentro entre los familiares y los cuerpos de las víctimas.
Estas, son formas
de incorporar a los desaparecidos a
la vida y a la historia de la
comunidad, son modos de torcer ese destino que, según las
palabras de Videla, era sólo una «incógnita».
Estos links tienen algunos
videos…..son cortitos!!
Pañuelos
Los pañuelos de las Madres de Plaza
de Mayo, las siluetas recortadas y las fotos carnet pueden constituirse en una
entrada para pensar el papel de las organizaciones de Derechos Humanos en la
resistencia al terrorismo de Estado y en su búsqueda de reponer la historia de
quienes fueron los desaparecidos.
Después
de la lectura de los textos, contesten las siguientes preguntas:
¿Qué
fue el terrorismo de Estado y cuáles sus principales métodos?
¿Qué
es la figura del desaparecido?
¿Cuáles
eran los objetivos que buscaban los dictadores?
¿Cómo
vivía cotidianamente la gente durante la dictadura?
¿Cuáles
fueron las primeras señales de resistencia en la sociedad?
¿Cuáles fueron las consecuencias de la
implantación del modelo económico que impusieron los militares?
EXCELENTE PROPUESTA DE TRABAJO
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